Que es la Ley de la atracción
Es una creencia popular pseudocientífica según la cual nuestros pensamientos atraen las cosas buenas o malas que nos suceden. Si pensamos de manera positiva, atraeremos eventos positivos; si pensamos de forma negativa, eso mismo obtendremos.
Se le llama ley de la atracción precisamente por el supuesto magnetismo que tienen nuestras ideas. Pero, a diferencia de las leyes magnéticas, en este caso, los polos igual son los que se atraen: ideas positivas con sucesos positivos; ideas negativas con acontecimientos negativos.
Así pues, esta ley sostiene que, por ejemplo, si una persona está todo el tiempo pensando en su falta de dinero, atraerá más situaciones de pobreza para su vida. Por el contrario, si se enfoca en ideas de riqueza, eso mismo recibirá. Básicamente, tendremos eso mismo que pensamos.
Vale la pena recordar que esta ley no tiene respaldo científico. Si bien es cierto que los pensamientos afectan lo que sentimos y hacemos, no es posible afirmar que atraigan ciertos beneficios o adversidades, o que nos hagan recibir favores o castigos del destino.
Cada situación que vivimos día tras día, cada acto, cada pensamiento y cada emoción se proyecta en algo más grande que se convierte en un influjo o aura que envuelve nuestra vida. Si constantemente tenemos pensamientos negativos, creamos emociones insanas y actuamos de manera acorde con ello, lo cual contribuye a perpetuar una atmósfera de acontecimientos perjudiciales.
De ahí la importancia de pararnos a pensar en el tipo de ambiente emocional que generamos. Por eso es esencial que manejemos de manera responsable lo que deseamos, lo que nos permitimos y lo que buscamos conseguir.
Según la ley de la atracción, una energía emitida de una manera concreta atraerá otra energía idéntica a la proyectada. Es decir, que las fuerzas naturales del orden se fundamentan en un magnetismo que nosotros generamos y proyectamos.
O sea que, según esta creencia, nuestros pensamientos negativos o positivos toman la misma forma en su proyección y, como consecuencia, influencian nuestro entorno. En resumidas cuentas y simplificando esto, podemos decir que nuestra mente y nuestros pensamientos tienen un gran poder que no siempre aprovechamos.
No obstante, cabe destacar que el funcionamiento de la mente humana en torno a esta fuerza del universo carece de fundamento científico como tal; por ello, dependiendo de la manera en que se plantee, obedece más bien a una idea o leyenda acogida por la sociedad que uno puede o no creer.
Así, aunque no podemos plantear la ley de la atracción como un concepto científico por el cual se rige la psique, sí que podemos tratar de extraer aquí la importancia de permitirnos lo que merecemos para poder atraer lo que necesitamos.
Mantén tus pensamientos positivos, porque tus pensamientos se convierten en tus palabras. Mantén tus palabras positivas, porque tus palabras se convierten en tus comportamientos. Mantén sus comportamientos positivos, ya que sus comportamientos se convierten en tus hábitos. Mantén tus hábitos positivos, porque tus hábitos se convierten en tus valores. Mantén tus valores positivos, porque tus valores se convierten en tu destino